jueves, octubre 28, 2004

Vuelos añejos


Me sorprende lo rápido que pasa aquel tirano que cronos se encarga de administrar. Hoy se cumple un año de cuando arrastre mis maletas cargadas de ilusiones por el corredor del aeropuerto y me despedí con lágrimas en los ojos sin saber cual sería mi destino, y tomándole la mano a la incertidumbre subí al avión rumbo Madrid escala �msterdam. Era un sueño que comenzaba a cumplirse después de muchos años de pensarlo de opio.

Pero ese día a pesar de la larga espera el avión despegaba y doce horas de vuelo me esperaban. No tengo idea de cómo es Madrid mi paso por ahí fue muy corto por no llamarlo nulo mi destino fue Bilbao y al decir esto mil recuerdos se agolpan en mi mente y me hacen sonreír y la nostalgia vuelve. Extraño tanto! A Oscar, a los chicos, mi departamento de la calle Carmelos Gil número once tercera izquierda, nuestras largas charlas por la madrugada en la cocina, mis lecturas vespertinas en el parque de Ametzola, las caminatas por la gran vía adornada de navidad con los carritos de castañas en las esquinas y las estatuas vivientes en las aceras, mi estación del metro en Indautxu, nuestras salidas nocturnas al casco viejo, la estación de abando, las compras semanales de la banda en el Lidel, los chocolates, las gominolas, el vino, los zuritos en la abadía, la playa de Plenzia, los recorridos por Santander e Isla y la odisea en el Castillo de Buitón, nuestro viaje en auto rentado por 90 euros tres días por Francia, Biarritz hasta llegar a comer baguett de embutidos a un parque de Burdeox. El día que me paré frente a la piedad y lloré como una tonta, o cuando me quedé estática por media hora viendo la fontana de Trevi, la primera vez que vi la nieve en Lunada. Mucho de lo que planee no salió como lo esperaba, pero existieron momentos tan plenos e inolvidables y hoy me detengo un momento y es curioso ver como pasa el tiempo y que lo que viví no se repetirá pues a un año de aquella despedida en el aeropuerto, han pasado tantas cosas viajé, volví a casa, ,me fui de nuevo, me enamoré, me desenamoré, hice amigos, perdí otros, cambie de casa, enflaque. Engordé, reí , lloré, me deprimí, me aluciné, me descubrí, mas yo, mas mujer, única y especial y aprendí a no detenerme pero creo que lo mas importante de este año es que viví cada día y me llené los bolsillos de recuerdos ...

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