martes, octubre 26, 2004

Réquiem de vida


Temblando,
sentí el llanto agudo del cielo
despojado de su amanecer.
Las aves entonaron cantos fúnebres
y la tierra, proclamaba su dolor….

Los árboles dejaron caer lágrimas
que el viento arrastró entre los pies;
en silencio, las cordilleras pálidas
esperaron absortas el cortejo.
Se observaban los ríos en rosario
elevando plegarias a la partida;
las flores unidas formaron coronas.
Por un momento escuché a Dios callar
y sólo el abismo, esbozó una sonrisa…

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