miércoles, enero 31, 2007


Es crónico, cómo me oprime el estómago con cada palabra, por absurda o poco sonora que sea; se entretejen marañas en mis formas que no me dejan volar. Alguna extraña fuerza de gravedad me aferra al suelo, y lloro con esa sensación cambiante de tristeza y melancolía sintiendo la necesidad de morir, extinguirme, detener el reloj y dejar la sangre exánime regada por suelos mientras me consuelan tus brazos, tus lágrimas van nutriendo mis mejillas, tu espiración sobre mis labios, el sonido nítido de tus latidos rasgando el silencio... y así eternamente.

No hay comentarios.: