No me arropes
animal nocturno
ni preñes el alma con caricias
mal intencionadas
no me lluevas tus deseos por la piel
ahorrate el paso
por mis vértices
no pretendas beber de mis entrañas.
Me niego a ser atada con tus miedos
a roerme las horas y los días en silencio
a recrear
ese espacio donde se posaban mis alas
en espirales
mientras cerraba los ojos
y te sentabas a esperar en las pestañas
a redimir
la conjunción de barro y costillas
que atragantaban con tierra mis noches
Nunca mas!! Aunque lo repita a ras de suelo
en esta agonía por tocarte
Cuando pretendí remontar el vuelo, mis alas fracturadas me obligaron a permanecer. A pesar de ello las mantengo extendidas; poco a poco sanan las heridas y algún buen viento vendrá, en el tiempo de Dios
lunes, diciembre 05, 2005
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