jueves, septiembre 23, 2004

versus Dragones

Hace unos días mientras mantenía una lucha cuerpo a cuerpo con una copiadora "alguien" se me acercó a y me dijo que la tecnología tenía serios problemas conmigo. -jajá jajá- me burlé como se atrevía a decirle eso a la chica "net" y aunque tardé más de lo previsto aquella tarde salí triunfante con mis copias fotostáticas en mano. Hoy mientras esperaba a las 6:00 de la mañana en la central de autobuses una muy lenta y poco productiva hora, por que a la lluvia se le ocurrió que se tenían que cerrar las carreteras y atrasó la salida del autobús, me dedique a vagar por la enorme y nada inspiradora central de Monterrey, pensando en comprar algo para soportar las seis tediosas y solitarias horas que tendría de viaje. Pero ohh decepción!! Que lo único que encontré fueron esas horripilantes revistas donde me cuentan la vida de gente que ni conozco y el tamaño de las copas de sus brasieres; de no haber tenido otra opción habría preferico comprar la novela de traileros, pero como no era tanta mi desesperación resignada me dirigí a la sala que me correspondía. Para mi grata y maravillosa sorpresa como mandada del cielo frente a mi se erigió una maquina expendedora de libros, -Wowwww que maravilla de la tecnologìa- dije para mis adentros y pasé mas de 10 minutos observando los títulos y eligiendo como niña pequeña con cual deleitaría mi futuro viaje, ya tenía todo planeado y corrí a una taquilla cercana a cambiar un billete de 100 pesos en monedas para sacar mi libro. Leí las instrucciones con cuidado por si las dudas pero no tenia por que acontecer nada fuera de lo normal si mas de mil veces he sacado de maquinas como esas el montón de golosinas pero por si las dudas releí todo y acomodé mis monedas en denominación ascendente y allí voy con mi primer moneda de 5 pesos que inmediatamente se marcó en la pantalla de la maquinita, va la segunda moneda de 5 pesos y OH OH no hubo forma de introducirla. Ante la mirada atónita de los pocos presentes de la sala, maldije, sacudí y patee a la mugrosa maquina sin ningún resultado. Mi salida fue anunciada y ahí se quedo la maquina con Saramago que habría sido mi compañero de viaje y con mi moneda de 5 pesos.

El marcador........ Tecnologìa uno Alas rotas cero. Preo que comprobé lo cierta que era aquella sabia frase que alguna vez una de mis alumnas me dijera "Odio la tecnologìa por que me hace pasar vergüenzas"

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